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En cifras, el 71% del planeta está cubierto de agua. 5 océanos y más de 50 mares principales bañan el territorio y se convierten en la gran vía para el transporte de pasajeros y de mercancías. El planeta se interconecta a través de grandes flotas de barcos que satisfacen la oferta y demanda entre todos los países del mundo, convirtiendo el transporte marítimo y fluvial en motor de desarrollo comercial e industrial para los países. La fortuna de Colombia es doble y por esto es considerado como el país suramericano mejor conectado vía marítima. Su ubicación estratégica le representa alta prosperidad económica involucrando directamente el desarrollo del sector astillero ante la necesidad de incrementar el número de buques para fortalecer las flotas, y con ello el mantenimiento, reparación, modernización y la construcción de naves y artefactos navales.
La industria naval y astillera se mueve vertiginosamente dentro de la economía nacional reactivándola con proyección a otros sectores, como el comercial y el de exportaciones. Al tiempo deja en evidencia la necesidad de contar con personal calificado en las diferentes áreas que componen la ingeniería naval.
Es vital incentivar la capacitación astillera en el país, según el Sistema Nacional de Información para la Educación Superior en Colombia (SNIES), existen 26 programas certificados con este enfoque, entre pregrados y posgrados, la mayoría ofertados en la costa. Todo aquel a quien le interese temas de ingeniería o incluso aspectos de la vida marina, podría interesarle la oferta.
Para el Ingeniero Fernando Rosero Batalla, jefe técnico de la Reserva Activa de la Armada Nacional de Colombia, fundador y Director de la Escuela de Formación Tecnológica Astillera, “el estudiar cualquiera de estos programas resulta altamente beneficioso, si se tiene en cuenta que existe una prometedora oferta laboral en los cerca de 50 astilleros y talleres navales, que funcionan el país: un 50% en la región Caribe, el 35% en la Pacífica y el 15 % restante en Antioquia, Bogotá y Valle del Cauca (cifras de la dirección general marítima DIMAR). Estas organizaciones astilleras han logrado posicionarse como referentes en reparaciones y mantenimiento de embarcaciones que operan en el Caribe Continental, resaltando su sistema de gestión de calidad”.
La academia
La capacitación astillera comprende desde temas técnicos hasta posgrados y hacen parte de la oferta académica dirigida a todo el que esté interesado en ingresar al sector astillero.
En Barranquilla, instituciones como la Escuela Naval de Suboficiales ARC Barranquilla, oferta programas de Tecnología Naval en Electrónica, Electromecánica, Administración Marítima. Además, de la Especialización Tecnológica en Control Naval de Tráfico Marítimo y en Logística Naval.
En Cartagena de Indias, la Escuela Naval de Cadetes Almirante Padilla, oferta programas como el de Ingeniería Naval, Ciencias Navales para Oficiales Navales y la Maestría en Ingeniería Naval; aquí se encuentran cursos como: dinámica de buques, mecánica computacional y análisis avanzado de estructuras navales.
La Universidad Tecnológica de Bolívar también gana espacio académico a partir de la Maestría en Ingeniería Naval y Oceánica con sus cuatro líneas de investigación: diseño y construcción naval, cadena de suministros y logística e ingeniería oceánica. Importante opción para quienes estén interesados en un programa realmente especializado.
En cuanto a capacitación complementaria, resulta vital contar con capacitación especifica y especializada en cuanto a los contenidos de los programas. La Escuela de Formación Tecnológica Astillera, EFTEA® y su Astillero Académico, a partir de cursos cortos complementarios, ofrece la oportunidad de ampliar, complementar o actualizar conocimientos en construcciones soldadas, mecánica naval, sistemas eléctricos, acabados, entre otros; Según el ingeniero Rosero, “los beneficiarios que tienen la oportunidad de adelantar nuestros cursos técnicos laborales podrán prestar sus servicios en organizaciones astilleras con capacidades instaladas para diseñar, construir, convertir, reparar, modificar, modernizar, desguazar y reciclar naves, artefactos navales, plataformas y estructuras flotantes o fijas en el agua, el suelo y subsuelo marino, así como para la instalación, mantenimiento y reparación de diferentes sistemas principales y auxiliares de las unidades mencionadas”.
Estímulos a la vista
Representa un gran incentivo para el sector astillero el apoyo que viene recibiendo de la Agencia Presidencial de Cooperación Internacional con una inversión histórica de USD $5 millones por parte del Gobierno de la República de Corea del Sur.
Así las cosas, el sector industrial astillero en Colombia crece y con él, las oportunidades laborales para las que se requiere talento humano idóneo, capacitado, con grandes habilidades y sólidas bases académicas, que lo conviertan en un recurso competitivo y capaz de tomar decisiones productivas para su futuro.